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¿Cuánto Inviertes en Salud?

10 Feb

Durante charlas financieras, suelo preguntarle a la gente ¿qué es capaz de comprar tu dinero? La mayoría de las personas responden, convencidas, que su dinero no es capaz de comprar su salud. Pareciera que la salud y el bienestar físico es una especie de “don” del cual somos merecedores, casi por voluntad divina, e independientemente del dinero que tengamos.

La salud es una de las primeras cosas que deseamos a nuestros seres queridos, pero parece ser poco importante en las listas de propósitos personales. La inversión en salud es relegada a ese mandato “divino” y la creencia de que Dios nos cuidará, más que como una prioridad a cubrir si queremos avanzar en nuestro desarrollo personal y balance emocional.

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Cuando asesoro a personas que están creando sus planes financieros, o que estamos dimensionando financieramente sus planes, suelo preguntar cuánto están invirtiendo en salud. Y algunos responden ¿Es importante?, por supuesto que es importante!! De nada sirve matarnos por un sueño si la alimentación es incorrecta, si no dormimos lo necesario, si no hacemos un chequeo médico al menos una vez al año. De nada sirve planificar un sueño, si el soñador no se cuida a sí mismo!!

Por otra parte, existen otras inversiones en salud que la minoría toma en consideración, o que lo deja en manos de sus empleadores, como las pólizas de salud. Asegurar tu salud implica que, en caso de una emergencia, puedas contar con un cuerpo médico de primera, con un cuarto de hospital con las comodidades que te mereces, con acceso a medicinas u otros insumos sin preocuparte cómo pagar dicha emergencia. No está mal que tu empleador te pague tu seguro, pero que tu ingreso y salud dependan de tu empleo, es dejarte a ti mismo en manos de otro.

Y no sólo se trata de ti, pues dedicar una parte de tus ingresos para invertir en la salud de tus hijos es evitar dolores de cabezas innecesarios, y saber que le das calidad de vida a quienes más quieres en el mundo.  Dedicar una parte de tus ingresos en inversión de salud para tus padres es darles la tranquilidad de que cuentan contigo, y no con tu bolsillo, cuando la “voluntad divina” no está a su favor.

Recuerda incluir en tu plan financiero una parte de inversión en salud, pues bien sabes que sin salud, muy poco se puede hacer…

La Oportunidad del Desempleo

3 Feb

El sistema educativo nos ha convertido en un grupo de autómatas especialistas cuyos conocimientos parecen ser más una mercancía, que una cualidad en sí misma. Prueba de ello es el gran temor que las personas le tienen al desempleo, pues sienten que si no hay alguien dispuesto a pagar por sus conocimientos, éstos no tienen valor alguno.

Al igual que millones de ustedes, yo trabajé unos 5 años haciendo algo que no me gustaba, pero que pensaba era la única manera de lograr sustento económico. Era una relación amor-odio de esas que aparecen en las telenovelas, cuando el amor de tu vida forma parte de la familia enemiga. Gratamente, un día ese cordón umbilical tóxico se rompió, y ahí fue cuando comprendí que el mundo tenía mucho más para ofrecerme, mientras yo me abrazaba a la vida laboralmente miserable que llevaba.

Cuando le pregunto a las personas porqué no se dedican a las cosas que de verdad les gusta, contestan que les falta tiempo… ¿Acaso el desempleo no representa una abundancia de tiempo disponible para dedicarnos a eso que nos gustaría y para lo cual tenemos talento de sobra?. Para quienes rogaban por tener el tiempo para dedicarlo a sus sueños, el desempleo viene a ser una bendición, pues en la mayoría de los casos todas esas horas libres que están por venir vienen acompañadas de un cheque con dinero suficiente para mantenerte el tiempo necesario trabajando en tu sueño.

El desempleo, más que una desgracia, puede ser una oportunidad.

El desempleo, más que una desgracia, puede ser una oportunidad para emprender.

El desempleo es un caos lleno de oportunidades para quienes saben aprovechar el tiempo libre y para quienes tienen un plan de vida claro y organizado. A mí me pasó hace casi una década, y puedo decirles que en ningún momento perdí ni un segundo de esos que el desempleo me regaló, pues finalmente me dediqué a las cosas que siempre quise, sintiéndome valiosa mas allá de mis credenciales académicas o laborales, y produciendo ingresos hasta 4 veces mayores de los que tenía en ese momento.

Si todavía tienes un empleo que no compagina con tus sueños o quedarte sin empleo es tu mayor preocupación, es mejor que vayas ahorrando para cuando el momento del desempleo llegue a tu vida y, a diferencia de las mentes pobres que hacen de ese momento una desgracia, tú puedas verlo como la puerta abierta para hacer esas cosas que siempre has querido y que el tiempo no te lo ha permitido!

El Vicio Navideño

9 Dic

La temporada navideña es una de esos momentos que los científicos financieros deberíamos analizar con detenimiento, para comprender cómo la gente razona en términos de dinero.

 

Desde el momento que las personas firman el contrato de trabajo, toman en cuenta el efecto navideño. Escucho con frecuencia a la gente decir: “es una buena empresa, pues te dan N meses de aguinaldos en diciembre”. El aguinaldo se convierte en un valor de criterio laboral, como si de verdad la gente hiciera cosas importantes con eso!.

 

El ciclo vicioso de los aguinaldos es por demás conocido:

 

  1. Pasamos el año endeudándonos con las tarjetas de créditos, el prestamista, los ahorros de mamá y otros, con la promesa de que apenas me den ese “dinerito” al final del año, yo rindo mis deudas, aunque me quede sin dinero para las cosas que pudieran ser importantes, como un plan privado de retiro, inicial para la casa de mis sueños o ese viaje que siempre quise hacer.
  2. Elijo recibir menos durante 11 meses, y trasladarlo hasta el mes de diciembre. De acuerdo con un razonamiento financiero inteligente, yo puedo ser indiferente ante ese escenario sí y sólo si no existiese inflación. De lo contrario, a mayor inflación yo debo elegir recibir ese dinero en el mes causado y no al final del año. En términos del valor del dinero en el tiempo y en un entorno inflacionario de un 30% anual, por cada 100 que dejo de recibir en enero estoy recibiendo 70 a final de año…. Hay 30 que perdí antes de verlos y que seguramente los debo hasta con intereses!.
  3. Todos acuerdan que recibir aguinaldos es “un beneficio”, y todos reciben grandes cantidades al final del año. Extrañamente, todos salen desesperados a ver en qué lo gastan (no en qué lo invierten), y comienzan a inventarse necesidades extrañas: lo que el vecino tiene y yo no, la marca que vi en el comercial de TV por cable, el costoso ritual que dicen que trae prosperidad, los regalos para demostrar cuánto tengo. Los que conocen de negocios decembrinos, saben que la gente paga entre 150 y 300% del precio que tuvo ese mismo artículo, durante el año.. y entre esos, tu!

 

 

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Hay un principio financiero que reza: los gastos recurrentes se pagan con ingresos recurrentes, mientras que los gastos extraordinarios se pagan con ingresos extraordinarios. Por esto, es un hábito de pobreza perenne pretender utilizar mis aguinaldos para rendir deudas de gastos recurrentes o para gastarlo en algo que no es una necesidad.

 

Una persona inteligentemente financiera opta por tres caminos: Tomar ese dinero para inversiones que garanticen una vejez tranquila, esperar a enero para comprar los artículos que quieren a un precio normal, o aprovechar de ofrecer a otras personas aquellos productos que sabe éstos están dispuestos a comprar en medio de la histeria navideña.

 

Al final, todos los finales de año comienzan con el mismo enero: mucha rumba, muchos regalos, mucho cansancio, nada de dinero en el banco, ningún plan para el futuro…  y así comenzamos un nuevo círculo vicioso, que esta vez se llamará año 2013!