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Auge y Estancamiento de los títulos universitarios… ¿Qué hago ahora con este diploma?

17 Feb

Todos los que nacimos en los últimos 50 años parecemos tener un compromiso, casi moral, con nuestros padres: Obtener un título universitario. Es como si quedara sobre nuestros hombros la tarea de vengar las limitaciones educacionales de comienzos del siglo XX que nuestros padres y abuelos sufrieron. El tema es que hoy el título universitario ha dejado de cumplir la función para lo cual fue hecho, y muchos salen de las universidades con pocas o ningunas de las garantías que solía tener un egresado en el siglo pasado.

Desempleo Ilustrado

Todo movimiento social responde ante una situación económica, y la educación no se escapa de ello. El  primer cambio en las formas de producir se realizó hace unos doce mil años con la denominada revolución agrícola. En este momento el sueño de todo padre era que su hijo se asentara y tuviera un espacio de tierra donde producir sus alimentos. Hace 12mil años la consigna era “tener tierra para ser próspero”

La segunda ola fue en el siglo XVIII. La revolución industrial se caracterizó por la masificación de la producción y la creación de sistemas de fabricación que requerían de mano de obra eficiente, lo que trajo como consecuencia el abandono de los campos y las movidas demográficas hacia los centros productores. Supongo que en ese momento el sueño de todo padre era que su hijo saliera del campo y formara parte de las grandes filas de obreros con jornadas hasta de 12 horas. En el siglo XVIII la consigna era “ser obrero”.

Y luego apareció la tercera gran ola, hace apenas unos 100 años, o menos!  La revolución tecnológica  significó la sofisticación de las ya existentes maquinarias, quienes no sólo realizan actividades rutinarias sino también interactúan con el usuario. El ícono de esta era la marcó la computadora, y con ella la reducción al mínimo del esfuerzo físico por una supremacía de la actividad intelectual. Este hecho generó de forma conjunta la masificación de la educación, que antes era privilegio de las familias adineradas. En esta era, del cual tú y yo formamos parte, la consigna era «ser profesional”, pues el título universitario era un estatus intelectual, que fácilmente se traducía en mejor calidad de vida.

Graduado sin Trabajo

Pero llegamos al siglo XXI, y el título universitario es más algo que obtenemos por cumplir los deseos de nuestros padres, y no porque nuestra calidad de vida esté asociada a ello. A estas alturas, el número de egresados universitarios es mayor a la capacidad que tienen las empresas de emplearlos. Solamente para el sector salud hay 28 millones de egresados a nivel mundial, y en algunos países como Estados Unidos la educación universitaria es la mayor deuda que una persona posee. La juventud universitaria se enfrenta a una de las más terribles crisis: El desempleo Ilustrado.

Por suerte, ahora entramos en una era completamente digital, donde las barreras geográficas se rompieron y estamos interconectados todos, sin importar distancias ni idiomas. La ignorancia de los nuevos tiempos la marca el acceso a internet, pues esta representa la puerta para la educación gratuita, el intercambio de conocimientos y la conexión social con quienes puedes intercambiar tus talentos, sin depender de un empleo físico. Existen líderes y empresarios digitales que hacen millones con sus dones, desde Mark Zuckerberg con Facebook, pasando por un niño de 8 años que vende canicas, hasta un rapero como Psy que dio la vuelta al mundo el año pasado con su Gangnam Style, en sólo 6 meses y un billón de visitas en Youtube. Así que si tienes hijos pequeños o adolescentes y quieres que tengan una mejor calidad de vida, incentívalos a estudiar en la universidad por placer y no por un título para tener un trabajo, puesto que la independencia financiera será para quienes desarrollen los talentos digitales, como parte de la generación de los millenials!

Video en Youtube acerca de la Generación de los Millenials: La Era Digital

La Oportunidad del Desempleo

3 Feb

El sistema educativo nos ha convertido en un grupo de autómatas especialistas cuyos conocimientos parecen ser más una mercancía, que una cualidad en sí misma. Prueba de ello es el gran temor que las personas le tienen al desempleo, pues sienten que si no hay alguien dispuesto a pagar por sus conocimientos, éstos no tienen valor alguno.

Al igual que millones de ustedes, yo trabajé unos 5 años haciendo algo que no me gustaba, pero que pensaba era la única manera de lograr sustento económico. Era una relación amor-odio de esas que aparecen en las telenovelas, cuando el amor de tu vida forma parte de la familia enemiga. Gratamente, un día ese cordón umbilical tóxico se rompió, y ahí fue cuando comprendí que el mundo tenía mucho más para ofrecerme, mientras yo me abrazaba a la vida laboralmente miserable que llevaba.

Cuando le pregunto a las personas porqué no se dedican a las cosas que de verdad les gusta, contestan que les falta tiempo… ¿Acaso el desempleo no representa una abundancia de tiempo disponible para dedicarnos a eso que nos gustaría y para lo cual tenemos talento de sobra?. Para quienes rogaban por tener el tiempo para dedicarlo a sus sueños, el desempleo viene a ser una bendición, pues en la mayoría de los casos todas esas horas libres que están por venir vienen acompañadas de un cheque con dinero suficiente para mantenerte el tiempo necesario trabajando en tu sueño.

El desempleo, más que una desgracia, puede ser una oportunidad.

El desempleo, más que una desgracia, puede ser una oportunidad para emprender.

El desempleo es un caos lleno de oportunidades para quienes saben aprovechar el tiempo libre y para quienes tienen un plan de vida claro y organizado. A mí me pasó hace casi una década, y puedo decirles que en ningún momento perdí ni un segundo de esos que el desempleo me regaló, pues finalmente me dediqué a las cosas que siempre quise, sintiéndome valiosa mas allá de mis credenciales académicas o laborales, y produciendo ingresos hasta 4 veces mayores de los que tenía en ese momento.

Si todavía tienes un empleo que no compagina con tus sueños o quedarte sin empleo es tu mayor preocupación, es mejor que vayas ahorrando para cuando el momento del desempleo llegue a tu vida y, a diferencia de las mentes pobres que hacen de ese momento una desgracia, tú puedas verlo como la puerta abierta para hacer esas cosas que siempre has querido y que el tiempo no te lo ha permitido!